Pedro Muguruza, primer arquitecto del Valle de los Caídos fue un hombre de extraordinarias cualidades humanas y uno de los mejores arquitectos de su época.
El paso del arquitecto por el Valle comenzó en 1940, el 1º de abril, día de la inauguración de las obras del monumento. A el se deben los primeros proyectos, los primeros desvelos y larguísimas jornadas de estudio y gabinete solventando los tremendos problemas técnicos que daba la apertura del hueco de lo que luego fue la basílica del Valle de los Caídos.
En tanto años como llevamos estudiando e investigando las construcción del Valle, nos hemos encontrando anécdotas e historias que demuestran muy a las claras quien era el bueno de D. Pedro.
Una de ellas, quizá la menos conocida data de 1946 cuando el arquitecto tenía que asistir a una de las reuniones del Consejo de Obras del Monumento Nacional a los Caídos a celebrar en el Palacio del Pardo y siendo presidido por el mismísimo General Franco. Pedro Muguruza excusó su presencia por «motivos de salud». Cuando 60 años más tarde nos enteramos, examinando el archivo personal del arquitecto, del que su familia nos ha hecho custodios, que en realidad no pudo asistir por encontrarse en el Valle ayudando a uno de los trabajadores presos del mismo, en el parto múltiple de una cerda que el preso y la familia del mismo criaban en apoyo a la manutención alimentaria que en el Valle recibían.
Pedro Muguruza era una persona muy querida en el Valle, sobre todo por el colectivo de presos (llegó a darle la concesión de todos los trabajos de ebanistería del monasterio a uno de ellos). Los días 29 de junio, festividad de San Pedro y San Pablo, eran festivos en las obras del Valle, en honor de D. Pedro, y ese día se organizaban partidos de futbol en la explanada del monasterio, en la puerta de la hospedería, donde hoy se encuentran los dos estanques delante de la misma, en lo que D. Pedro, gran deportista, jugaba una parte con un equipo y otra con el otro. Los equipos eran, por un lado los presos y por otro los libres.
Hace unos 15 años conocí a Carmen Moreno Muguruza, sobrina del arquitecto y hoy, y desde entonces, me honro con su amistad, consolidada con agradables charlas de café y recuerdos de su infancia y de D. Pedro.
Ella fue quien me contó que en 1944, «Tío Perico», acudió en Madrid a una de las reuniones que su cargo de Director General de Arquitectura demandaba. Al subir las escaleras del edificio de oficinas del centro de Madrid donde iba a tener lugar la reunión, reparó en una mujer que, rodilla en tierra, se afanaba en la limpieza del suelo de los pasillos del edificio. Creyó reconocer a esa mujer y a ella se acercó preguntando de qué la conocía. La mujer que también había reconocido perfectamente al arquitecto, avergonzada, le dijo que era la mujer de otro arquitecto, compañero de Muguruza en la escuela de arquitectura y asesinado en la guerra, y que para sacar adelante a sus hijos, había tenido que ponerse a limpiar escaleras, con lo que malamente podía llegar a fin de mes.
El arquitecto, absolutamente horrorizado ante lo que acababa de vivir, tardó tan solo 3 meses en constituir la Hermandad y Mutualidad Nacional de Arquitectos, entidad creada para ocuparse de casos como el de esa desdichada. Hoy en día la Hermandad nacional de Arquitectos, 72 años después sigue existiendo.
Muguruza tuvo que dejar su trabajo en las obras del Valle, muy a su pesar, por una enfermedad degenerativa que termino dando con sus huesos en la tumba en 1952. La familia se llevó la agradable sorpresa de observar como, el día de su entierro, un grupo de antiguos presos del Valle de los Caídos, hace años ya libres, solicitaron a la familia se les concediese el permiso de que fueran ellos los que portaran el féretro del arquitecto hasta la Sacramental de San Isidro, donde fue enterrado.
Como sentido homenaje, el ayuntamiento de Madrid, dio el nombre de Pedro Muguruza a una de las calle de Madrid.
72 AÑOS MÁS TARDE MANUELA CARMENA, ALCALDESA ULTRAIZQUIERDISTA DEL AYUNTAMIENTO DE MADRID, HA INCLUÍDO LA CALLE PEDRO MUGURUZA, EN UNA DE LAS QUE HAY QUE CAMBIAR DE NOMBRE POR SU «VINCULACIÓN FRANQUISTA».
1 comentario
Guripa · 15 julio, 2015 a las 8:07
Esta gente no tiene decencia ni valores morales. Son revanchistas sectarios que han venido a la política a sembrar nuevos odios y a reabrir heridas ya cicatrizadas. Y lo hacen porque es lo único que pueden ofrecer a su electorado, rencor y mentiras. Nada bueno sale de sus molleras ni de sus corazones.
Don Pedro Muguruza era de esa clase de personas que la alcaldesa Carmena y su cohorte de vendehumos jamás serán.