Iban a ser 60 millones. Luego pasaron a 130, pero la previsión oficial es que cueste 171 millones de euros, casi el triple de lo previsto en un principio. Es la sede del Museo de Colecciones Reales, el edificio que se levanta junto al palacio Real después de que se redujera la protección urbanística de la zona. Lo promueve Patrimonio Nacional, el organismo dependiente del Ministerio de la Presidencia que gestiona los bienes cedidos por la Corona al Estado. Su coste supera al de la ampliación del Museo del Prado -152 millones, finalizada en 2007- o del Reina Sofía -92 millones, acabada en 2005-, aunque en ambos casos se trataba de edificios más pequeños.
Cambia un paisaje antaño protegido en la cornisa del Manzanares y araña el bolsillo público mucho más de lo anunciado. A comienzos de este mes, Patrimonio Nacional aseguró a EL PAÍS que el coste estimado del Museo de Colecciones Reales -al menos 45.000 metros cuadrados de volumen, 150 metros de fachada sobre el Campo del Moro y 40 metros de altura que ocultan parcialmente la Almudena- sería de 130 millones de euros si no surgían nuevos problemas. Era un 116% más de los 60 millones previstos en un principio. Sin embargo, el Ministerio de la Presidencia, del que depende este organismo autónomo encargado de los bienes estatales al servicio de la familia real, hace un cálculo bastante más elevado. En el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2011 figura un «coste total» de 171,1 millones de euros para el museo, un proyecto que arrancó en la mesa del Consejo de Ministros en 1998 aunque su vida en las cuentas del Estado se inició en 2000. En 2010, la partida para la construcción de este inmueble es de 16 millones, cantidad que se rebaja para 2011: 15 millones. Ese mismo monto se proyecta para los dos años siguientes. Para 2014 la previsión de gasto es muy superior: 32 millones.
Presidencia también prevé un retraso superior al que estimaba Patrimonio Nacional. En los primeros días de este mes, este organismo mantenía la fecha de apertura del museo en 2014 si no se producían nuevos retrasos o llegaban recortes presupuestarios. Sin embargo, el ministerio da por hecho que la obra terminará en 2015, un año más tarde, según figura en el proyecto de Presupuestos del Estado. Este periódico intentó ayer, sin éxito, conocer el punto de vista de Patrimonio Nacional sobre el nuevo sobrecoste y el mayor retraso del museo que plasma Presidencia en los Presupuestos.
El coste del edificio que albergará parte de los tapices -se exhibirán unos 80, de forma rotaroria, de los 1.500 sin exponer-, objetos suntuarios -Patrimonio Nacional dispone de unas 154.000 piezas- y carruajes antaño propiedad de los monarcas se ha disparado desde sus inicios, a finales del siglo pasado. Primero fueron las excavaciones, los estudios de suelo y las paralizaciones judiciales en torno a la adjudicación del proyecto ganador. Luego llegaron los hallazgos arqueológicos que era preciso preservar e incluir en el edificio. En 2004, Patrimonio Nacional calculaba una inversión de 60 millones.
Las grandes adjudicaciones de obras comenzaron en 2007, según la información que ofrece el Boletín Oficial del Estado. El consejo de administración de Patrimonio Nacional adjudicó por 14.285.936 millones de euros el vaciado del terreno y el muro de contención, una obra muy compleja en el talud sobre el Campo del Moro que va de la verja de la plaza de la Armería a la cuesta de la Vega pasando por la catedral de La Almudena. No bastó: a finales de 2008 se aprobó otra partida, de 2,4 millones, para ese tajo. En total, 16,6 millones. También en ese momento se adjudicó la estrucutra del edificio, por 21.980.026 millones. Como en los casos anteriores, la obra se encargó a la constructura FCC. Según afirmó a comienzos de este mes el organismo que gestiona los bienes cedidos por la Corona al Estado, hasta ahora se ha gastado un total de 60 millones en el museo.
Para levantar el edificio, obra de los arquitectos Emilio Tuñon y José Luis Moreno Mansilla, se han desprotegido un total de 10.717 metros cuadrados repartidos entre el jardín del Campo del Moro, la catedral y la plaza situada entre La Almudena y la verja del Palacio Real (donde estaba la estatua de Felipe II). Se ha permitido levantar un inmueble con un superficie máxima de 52.000 metros cuadrados.
1 comentario
Álvaro de Sande · 3 febrero, 2015 a las 23:16
Está muy bien que Patrimonio Nacional se preocupe por que los españoles disfrutemos de objetos históricos de nuestro pasado nacional. Lo que no está bien es que levante un horrendo edificio en un entorno histórico que estaba protegido de aberraciones urbanísticas, que es exactamente lo que ha hecho el Estado con este museo.
Pero, además, lo que no está bien, sino muy mal, es que este mastodóntico bodrio urbanístico se construya con el dinero que Patrimonio Nacional, por orden del ministro competente (ahora Soraya Sáenz de Santamaría y en otros tiempos María Teresa Fernández de la Vega y Ramón Jáuregui), «roba» al Valle de los Caídos, puesto que gran parte del dinero que genera el monumento nacional a los caídos no se destina a su conservación, mantenimiento y restauración, como exigen la lógica, el sentido del deber y, seguramente, la ley correspondiente, sino que se destina a otros fines, como el que nos trae al caso.
Estos hechos son la consecuencia del odio de unos y de la cobardía, convertida en abierta colaboración con los enemigos del Valle, de los otros. Parece que no hay ningún partido político con sentido de Estado ni respeto por la historia, lo que evidencia su discapacidad moral para ocupar el gobierno y cualquier puesto de responsabilidad pública.
Esta realidad no puede quedar sin consecuencias para los culpables ni para los responsables. Por eso espero que esta ADVC inicie todas las medidas legales contra ellos que procedan, sin dejarse a ninguno, sea organización o persona individual, fuera de las mismas. Es de justicia.