Uno de los motivos de existencia de nuestra asociación, si no el más importante, si uno de los más importantes, se centra desde el comienzo de nuestra andadura en el estudio serio y riguroso de cuál fue el protocolo de los enterramientos de caídos en el Valle, y por extensión, como fueron las exhumaciones previas en fosas y cementerios parroquiales de toda España antes de los traslados de los caídos de ambos bandos a Cuelgamuros.
Fruto de estos estudios y de un sinfín de horas en archivos, bibliotecas y hemerotecas, así como las entrevistas con más de 100 protagonistas directos de la construcción del monumento, encontramos historias verdaderamente interesantes y que arrojan verdad y conocimiento acerca de lo que tristemente supuso para España el conflicto civil que motivó la existencia del Valle de los Caídos.
De hecho, y examinando los ingresos de restos de caídos procedentes de la provincia de Ávila de 1959, encontramos la historia de dos personas, asesinadas en Julio de 1936 en el municipio abulense de Piedralaves en el corazón del Valle del Tiétar. Nos referimos a los caídos Francisco Cela Cela y Dimas Madariaga Almendros.
Francisco Cela Cela era un joven falangista natural de Franquean, provincia de Lugo, amigo personal de José Antonio Primo de Rivera. Sus principios nacional sindicalistas, y su amistad con el fundador de la Falange fueron motivos suficientes para que un grupo de milicianos le arrancara la vida a tiros. Era el 29 de julio de 1936. Tenía 22 años.
Dos días antes, este mismo grupo de 12 milicianos, llegados días antes desde Toledo, y a los que se habían unido dos comunistas vecinos de Piedralaves, asesinaron a sangre fría a Dimas Madariaga Almendros, natural de Corral de Almaguer (Toledo), primer vicepresidente de la CEDA, diputado por Toledo desde las elecciones de 1931, siendo reelegido en 1933 y en 1936, año en el que además fue nombrado Secretario de las Cortes, cargo que ostentaba a su muerte.
Dimas Madariaga, político ampliamente reconocido por su elocuencia y habilidad para la oratoria, además de por ser hombre de profundas convicciones religiosas, pasaba unos días de vacaciones junto a su familia en casa de unos amigos en Piedralaves, quizá prudentemente apartado de los tristes acontecimientos que se vivían en Madrid en aquellos días previos al alzamiento.
Un comunista de Piedralaves llamado Crescencio Sánchez Carrasco, enterado de la presencia en el pueblo del diputado, dio información de su paradero al grupo de milicianos que habían llegado desde Toledo el 27 de Julio para “mantener el orden” en la localidad.
El diputado de la CEDA, sabiéndose delatado, salió de su casa adentrándose en el monte unos 3 kilómetros entre pinares, con la esperanza de dar esquinazo a los milicianos que eran guiados por Crescencio Sánchez, buen conocedor del terreno.
Finalmente Dimas Madariaga fue apresado. El relato de su captura se lo debemos al entonces cura párroco de Piedralaves, quien lo dejó escrito en la “Historia de la Cruzada Española” y de donde fue recogido por D. Ángel David Martín Rubio para su blog “desde mi campanario”.
“Los milicianos siguieron su rastro como el de una res en una cacería y al fin le encontraron. Dimas Madariaga se encaró con ellos valerosamente:
— ¡Tú eres Madariaga!
— ¡Diputado fascista y católico!, exclamó uno.
— Soy de los que nunca niegan al Divino Maestro, respondió el diputado a sus verdugos.
Y cayó en el momento atravesado por una descarga”
Los restos del malogrado diputado de la CEDA y los del joven falangista asesinado 2 días más tarde, compartieron fosa común en el Cementerio Parroquial de Piedralaves hasta el día 5 de mayo de 1959, momento en el que fueron exhumados y trasladados por sus familias al Valle de los Caídos, donde reposan desde ese día en los columbarios 2102 y 2013 del piso 3º de la Cripta Derecha (Capilla del Sepulcro).
Fichas de enterramiento en el Valle de los Caídos Dimas Madariaga y Francisco Cela y noticia sobre el traslado de los restos de los dos caídos (ABC 05/05/1959).
En cuanto a los milicianos cabe destacar que los diarios ABC y La Vanguardia Española daban cuenta de la detención el día 19 de abril de 1939 de “los autores del asesinato del diputado D. Dimas Madariaga, en un grupo de 10 ó 12 individuos”. Uno de los detenidos era el abulense Crescencio Sánchez Carrasco.
Sánchez Carrasco fue condenado a 18 años de prisión al entenderse que su responsabilidad “tan sólo” se limitaba a la de “colaboración necesaria” en el asesinato. El abulense pasó poco menos de tres años en la madrileña prisión de Yeserías, y fue en 1943 uno de los primeros trabajadores penados del Valle de los Caídos, preso común y no político, como apresuradamente alguien podría deducir.
Quedó libre a finales de 1945 cumpliendo por tanto tan sólo, un tercio de su condena.
Nada más quedar libre y según parece muy poco reintegrado y arrepentido, se incorporó a la 14ª división de la Agrupación Guerrillera de Extremadura (maquis). A finales de enero de 1946, Crescencio al que apodaban “Valle”, robó en compañía de otros un polvorín que se encontraba en las proximidades del municipio toledano de “Los Navalucillos” hiriendo mortalmente a quien lo vigilaba. El botín constaba de varias cajas de dinamita y de fulminantes con los que perseguían hacer bombas de mano.
El 16 de octubre de 1946 sabiéndose perseguido, intentó huir camino de Francia, previo paso por Madrid, donde fue interceptado por la policía en el tren que lo transportaba. Fue detenido en compañía de Timoteo Jurado alias “medianoche” y Eugenio Gómez alias “motorista”. Crescencio Sánchez “Valle”, terminó confesando sus delitos y delatando al resto de su partida.
10 commentarios
Ricardo · 9 octubre, 2013 a las 1:47
Estoy cien por cien de acuerdo con lo que opina el anterior comentario. Y además me gustó la envidiable manera objetiva del lenguaje empleado, propio de un ciudadano indignado pero educado y que sabe escribir como intelectual. Sin embargo me pregunto qué tiene que ver este tema, sin duda muy importante y de actualidad, con el artículo comentado y en la página web de una entidad que se ocupa precisamente del Valle de los Caídos. Hoy en día que existen facebook y twitter, además de multitud de foros acerca de cualquier asunto, y muy especialmente sobre lo político. ¿No sería más lógico y desde luego más eficaz elegir una plataforma distinta y más específica sobre la política educacional? No parece que una web del Valle tenga que ser el cajón de sastre para todos los temas importantes habidos y por haber. En fin, es una opinión. Ya se que hay otras. Un abrazo al comentarista amigo. ++++Ricardo.
Jesús Ibáñez · 7 octubre, 2013 a las 13:38
Estos días se está produciendo un rebrote de la agit-pro, perfectamente orquestada por la izda. que solo ha sido expulsada del poder tras una insoportable y flagrante etapa de corrupción. El rebrote se hace alrededor de la ley LOMCE sobre la enseñanza, y la hacen personas a las que les importa un bledo la enseñanza pública, pretendiendo solo erosionar al gobierno. O si no, ¿es que no saben que las leyes de educación que padecemos las ha hecho el PSOE? Que un intento que hubo, la LOE, fue derogada sin haber podido ponerla en marcha? Y ahora Rubalcaba prometiendo hacer lo mismo en cuanto llegue al poder … Dios no lo quiera. ¿Es entendible que en Baleares se haya armado la que se ha armado por pretender que se estudie además de catalán (tan útil), inglés y castellano? ¿Esta es la superioridad moral de la izda.?: La de la ignorancia y la mediocridad.
Montejurra1 · 5 octubre, 2013 a las 21:58
La democracia es gobierno por el demonio, un sistema de partidos donde nunca hay paz y mucho
menos donde se realiza el Reino Social y Político de Nuestro Señor Jesucristo. La democracia es el Relativismo entronado nacionalmente, es una blasfémia y invita sobre todos nosotros la ira y el castigo de Dios.
Arpavieja · 5 octubre, 2013 a las 18:21
Cuando escucho relatar una de estas historias siempre hay alguien que sale diciendo que para evitar que se repitan errores semejantes hay que conocer la Historia. Y yo digo que para evitar que se repitan estos errores no sirve llenarse la boca con ese lugar común de la memoria: lo que sirve es tomar medidas que impidan en su raíz que brote la mala hierba
Mª Dolores · 5 octubre, 2013 a las 15:55
Nuestro Valle tiene que seguir siendo lo que ha sido desde su fundación por el generalísimo Franco, lugar donde los caídos reposan bajo los brazo de Cristo crucificado y nuestra Señora, en el se encuentran muchos mártires que dieron su vida por Dios y por España ,asesinados, con el grito de «VIVA CRISTO REY» Y VIVA ESPAÑA» la historia de estos mártires valientes no la podemos olvidar.
Ricardo · 5 octubre, 2013 a las 15:12
Muy interesante este bien documentado artículo sobre uno de los muchísimos personajes destacados que han hallado el definitivo descanso en el Valle de los Caídos. Hace bien esa Asociación en su labor divulgadora. Estoy seguro de que también dedicará artículos a personas del campo perdedor de la Guerra, que no faltan en ese bello y original cementerio. Lo difícil será dedicarle el tiempo necesario y dar con dónde empezar, entre unos y otros.
Respecto de los comentarios que preceden, observo que el primero se siente llamado a recordarnos los méritos de don Francisco Franco, en vez de los del Valle de los Caídos, del que trata esa Asociación. El ingenuo autor del comentario parece no darse cuenta todavía de que eso lo hacen mucho mejor que él los historiadores. Ya sabemos que hay mucha gente que sabe valorar al que, entre otros muchos aciertos, tuvo el de crear este memorial tan valioso. Pero el bueno de nuestro comentarista creo que haría mejor, en esta tribuna, de homenajear el Valle más que a su fundador.
El otro comentario se autodescalifica por el lenguaje empleado. No comprendo que esa Asociación de los Amigos del Valle de los Caídos admite contribuciones tan soeces y mitinescas de fanáticos de tres al cuarto. Debe tratarse de algún imberbe y aprendiz de agit-prop de los años treinta, que demuestra su heroismo de hombre de derechas a base de dedicar slóganes descalificadores a los que militan en bandos contrarios, en vez de utilizar simplemente razonamientos y argumentos. El pobre querrá honrar con su comentario a la entidad que le ofrece esta plataforma de expresión de sus opiniones, pero es tan corto que no se percata de que consigue todo lo contrario: desacredita a la Asoociación del Valle de los Caídos, por mucho que en el fondo de su torpe soflama pueda tener más de una razón. Confiemos en que, cuando se haga adulto y un poco más serio, aprenda emplear un lenguaje más convincente. Ricardo.
poncho · 5 octubre, 2013 a las 12:24
Por desgracia era así antes de la guerra. Perseguían a todo el que fuera de derechas, católico o tuviera propiedades. El odio que había en esa gentuza inculta, alimentado por el comunismo internacional, nos llevo, afortunadamente para España y las generaciones posteriores, a la guerra. Hoy en día ese odio vuelve a resurgir, llamando fascistas a la gente conservadora, sólo por el mero hecho de ser buenos españoles y desear lo mejor para España. Véase IU, Ip, nacionalistas y como no, el Psoe
Guripa · 5 octubre, 2013 a las 12:19
Hay que leer con atención esta puntualización sobre uno de los dos españoles asesinados por esa horda roja:
«Dimas Madariaga Almendros, natural de Corral de Almaguer (Toledo), primer vicepresidente de la CEDA, diputado por Toledo desde las elecciones de 1931, siendo reelegido en 1933 y en 1936, año en el que además fue nombrado Secretario de las Cortes, cargo que ostentaba a su muerte».
El Sr. Madariaga era un representante del pueblo, un diputado en tres legislaturas consecutivas y vicepresidente de la coalición CEDA. Sin embargo fue asesinado vilmente por la izquierda, ésa que presumía y presume hoy de democrática y luchadora por la libertad. Su crimen fue no ser de izquierdas, ser católico y ser respetuoso con la pluralidad política.
Hoy vemos a Gaspar Llamazares pedir la ilegalización de algunos partidos políticos de ideología contraria a la del PCE porque han participado en un altercado, condenable, pero sin víctimas mortales. Quizá sea porque, de momento, no puede quitarlos de en medio de otra manera.
A pesar del crimen político que supuso el asesinato de un diputado y de un militante de otro partido político legal, llevados a cabo con todos los agravantes penales de premeditación y alevosía, el asesino, al menos en grado de colaborador, Sánchez Carrasco, no pagó sus delitos con la pena de muerte, sino con prisión, y pudo redimir condena trabajando en el Valle de los Caídos, beneficio penitenciario que no todos sus compinches de delitos pudieron disfrutar.
A pesar de todo, al salir en libertad, se integró en la organización comunista, delincuente y asesina del Maquis, cometiendo un nuevo asesinato en la persona del guardia de un polvorín. Para colmo de su miserable existencia terminó delatando a sus compañeros de delitos.
Para ayudar a que los enemigos del Valle de los Caídos saquen lecciones morales y de historia de España, remarcaré el hecho, muy significativo, de que el Valle reunió, al menos durante un tiempo, a asesino y a víctima, en un clarísimo ejemplo de reconciliación nacional, que es la verdadera intención y naturaleza del monumento que hoy, los compadres ideológicos del asesino Sánchez Carrasco, pretenden prostituir e incluso volar.
¿Quiénes son los que renuncian a la reconciliación y pretenden venganza? ¿Quiénes son los que matan y asesinan y quiénes los que perdonan y ofrecen la reconciliación?
Por estas razones y otras muchas defenderemos siempre la esencia espiritual y la integridad material del Valle de los Caídos.
Fiel Infantería Española · 4 octubre, 2013 a las 23:56
Es curiosa, cuando menos, la fábula de «mantener el orden» que pretende esconder la verdadera naturaleza de aquella chusma izquierdista, que no era otra que la de asesinos y delincuentes comunes armados, cobijados bajo las infames siglas de un partido ateo y antiespañol o de un sindicato de clase, de esos que tanta sangre de inocentes derramaron en aquellos años.
Hace unos días ha visitado el Valle de los Caídos un llamado Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias, cloaca dependiente de la ONU y azuzada por Garzón, el exjuez delincuente y convicto de prevaricación, para buscar grietas en las que clavar una palanca que haga caer al Valle a los pies de la izquierda. Pues bien, que se dediquen a investigar las desapariciones que provocó el Frente Popular o que se marchen con el cuento a otra parte.
Javier Montero · 4 octubre, 2013 a las 22:27
Todas estas historias, de uno u otro signo político, deben llevarnos a comprender que Franco lo que quiso fue acabar de una vez con la división y solamente hay unidad en torno a realidades mayores que el hombre, como la patria, entendida ésta como algo común a todos. Los partidos NUNCA tienen nada en común y así no hay paz social.