Si el pasado dia 3 se cumplieron dos años del escandaloso cierre del Valle de los Caídos al culto, hoy día 7 se cumple también el segundo aniversario de la primera Misa de campaña que los PP. Benedictinos se vieron obligados a ofrecer a los fieles en la puerta del Valle, extramuros, junto a la carretera de acceso al recinto. Las semanas siguientes las Misas se dieron en la explanada del monasterio con temperaturas bajo cero y con momentos de emoción que aún después de transcurridos doce meses no podríamos describir.
Facilitamos aquí un extracto de esa primera Misa de campaña en lo que supuso, que nadie tenga una sola duda, un hecho histórico.
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Guripa · 8 noviembre, 2012 a las 0:54
Para quienes vemos designios divinos más allá de las casualidades conviene llamar la atención sobre el hecho de que el día 6 de noviembre se celebra la Conmemoración de los mártires asesinados por los rojos durante la Cruzada (así fue como la definió la propia Iglesia de entonces), aunque ahora la actual Iglesia, acomodaticia a los anti Dios, le haya cambiado el nombre por el de Conmemoración de los mártires del Siglo XX, para no herir la sensibilidad de los asesinos y de sus herederos ideológicos, que son, precisamente, quienes cerraron al culto el Valle de los Caídos hoy hace un año.
Aquellos 498* mártires fueron asesinados por odio a la Fe durante la Cruzada, por bandas criminales de socialistas, comunistas y anarquistas, amparadas por el gobierno del Frente Popular y con el apoyo de la URSS y de otras potencias occidentales, las democracias, a través de las Brigadas Internacionales, las cuáles tienen hoy un monolito en su honor en la Ciudad Universitaria de Madrid, gracias a la actuación de su rector, José Carrillo, hijo del asesino que provocó gran parte de aquellos mártires que ayer conmemoramos.
Conviene recordar esto para que nadie piense que la izquierda o los anarquistas han cambiado un ápice desde entonces, aunque pudiera parecerlo hoy porque no hay asesinatos a la luz del día, pero los hay a diario: el aborto, crimen y delito convertido en derecho por esa gentuza sin moral y por los liberales anticristianos que antes se llamaban derecha política.
Hace hoy dos años de la primera misa de campaña. Aquel episodio fue un nuevo resurgir de la Fe Católica en España. Los monjes benedictinos salieron a la cuneta a oficiar la misa e impartir la Sagrada Eucaristía desafiando a un gobierno delincuente que pretendía acabar con el Valle de los Caídos y reescribir la historia de la Cruzada. Miles de fieles españoles nos movilizamos junto a ellos para dar testimonio en las semanas siguientes de nuestro compromiso con la Cruz y con España. Las cámaras de Intereconomía llevaron las imágenes a todo el mundo y desde todo el mundo se unieron otros fieles con sus plegarias para proteger nuestras raíces cristianas y la verdad del pasado reciente.
Sin embargo hoy, dos años después de aquellas jornadas memorables y conmovedoras, las misas del Valle, la Misa de España, como la calificó el Padre Abad, ya no se retransmiten los domingos. Me atrevo a aventurar algunas razones. La Conferencia Episcopal tiene su propia cadena televisiva con 13TV y no debe querer que otros les quiten el negocio. No menos importante será la solemnidad sobrecogedora con la que los monjes desarrollan la liturgia, acompañados de las inigualables voces de los escolanos y sus cantos gregorianos que, a buen seguro, dejan en evidencia algunas otras misas más progres que se celebran en algunas parroquias a las que les quitan su propio público del barrio. Una vez más la excelencia de los mejores es atacada por la mediocridad envidiosa e insolidaria de los peores. Por eso no debemos dejar de acudir cada domingo y cada festividad al Valle de los Caídos para participar en la Eucaristía y demostrar a todos que no vamos a consentir a nadie, ni a esa parte innoble de la curia, contribuir a la desaparición del Valle.
Animo a todos los católicos españoles a seguir dando el ejemplo que se fraguó en aquellas jornadas de hace un año. Ésta es una carrera de fondo y hay que ganarla a cualquier precio. Aquella batalla se ganó, pero la guerra continúa.
* Los mártires beatificados cuya conmemoración se celebra el 6 de noviembre son:
Lucas de San José Tristany Pujol, presbítero profeso de la Orden de los Hermanos Descalzos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo; Leonardo José Aragonés Mateu, religioso profeso del instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas; Apolonia Lizárraga del Santísimo Sacramento, religiosa profesa y superiora general de la congregación de las Carmelitas de la Caridad, y 61 compañeros y compañeras; Bernardo Fábrega Julià, religioso profeso del instituto de los Hermanos Maristas de las Escuelas; Víctor Chumillas Fernández, presbítero profeso de la Orden de los Hermanos Menores, y 21 compañeros de la misma Orden; Antero Mateo García, padre de familia, de la Tercera Orden de Santo Domingo, y 11 compañeros de la Segunda y de la Tercera Orden de Santo Domingo; Cruz Laplana y Laguna, obispo de Cuenca, y Fernando Español Berdié, presbítero; Narciso de Esténaga Echevarría, obispo de Ciudad Real, y 10 compañeros; Liberio González Nombela, presbítero, y 12 compañeros del clero de la archidiócesis de Toledo; Eusebio del Niño Jesús Fernández Arenillas, presbítero profeso de la Orden de los Hermanos Descalzos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, y 15 compañeros de la misma Orden; Félix Echevarría Gorostiaga, presbítero profeso de la Orden de los Hermanos Menores, y 6 compañeros de la misma Orden; Teodosio Rafael, religioso profeso del instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, y 3 compañeros del mismo instituto; Buenaventura García Paredes, presbítero profeso de la Orden de los Hermanos Predicadores; Miguel Léibar Garay, presbítero profeso de la Compañía de María, y 40 compañeros; Simón Reynés Solivellas y 5 compañeros, profesos de la congregación de Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y de María y de la congregación de las Hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia, y Prudencia Canyelles i Ginestá, laica; Celestino José Alonso Villar y 9 compañeros, de la Orden de los Hermanos Predicadores; Ángel María Prat Hostench y 16 compañeros, de la Orden de los Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo; Enrique Sáiz Aparicio y 62 compañeros, de la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco; Mariano de San José Altolaguirre y Altolaguirre y 9 compañeros, de la Orden de la Santísima Trinidad; Eufrasio del Niño Jesús Barredo Fernández, presbítero profeso de la Orden de los Hermanos Descalzos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo; Laurentino Alonso Fuente, Virgilio Lacunza Unzu y 44 compañeros, del Instituto de los Hermanos Maristas de las Escuelas; Enrique Izquierdo Palacios, presbítero, y 13 compañeros, de la Orden de los Hermanos Predicadores; Ovidio Bertrán Anucibay Letona, Hermenegildo Lorenzo Sáez Manzanares, Luciano Pablo García García, Estanislao Víctor Corsero Fernández y Lorenzo Santiago Martínez de la Pera y Álava, religiosos profesos del instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, y José María Cánovas Martínez, presbítero diocesano; María del Carmen, Rosa y Magdalena Fradera Ferragutcasas, hermanas profesas de la congregación de las Hijas del Santísimo e Inmaculado Corazón de María; Avelino Rodríguez Alonso, presbítero profeso de la Orden de los Hermanos de San Agustín, y 97 compañeros de la misma Orden, más 6 compañeros del clero diocesano; Manuela del Corazón de Jesús Arriola Uranga y 22 compañeras, de la congregación de las Siervas Adoratrices del Santísimo Sacramento y de la Caridad.
Fuente: http://www.tradiciondigital.es