Agentes de la Jefatura de Información de la Guardia Civil detuvieron el pasado 20 de julio, en el centro penitenciario de Cáceres a la miembro de los GRAPO María Victoria Gómez Méndez por su supuesta relación con el secuestro del empresario zaragozano Publio Cordón, ha informado el Ministerio del Interior.
Gómez Méndez fue procesada ya en 2008 por haber colocado, junto a otros miembros del GRAPO una bomba en el Valle de los Caídos el 7 de abril de 1999. Por este hecho, esta elementa, fue condenada a 7 años de prisión y a una indemnización al estado de 724.501 euros, cantidad en que se peritaron los daños en la Basílica del Valle.
Muy recientemente María Victoria Gómez Méndez ha dirigido repetidas cartas a colectivos de extrema izquierda donde afirma sin ruborizarse que «El Valle de los Caídos debe ser demolido sin excusa alguna».
Esperemos que ésta vez sí, caiga todo el peso de la Justicia sobre esta «incansable luchadora por la libertad»
María Victoria Gómez Méndez a la derecha en la imagen, en la «pecera» de la Sala de la Audiencia Nacional destinada a criminales y asesinos.
3 commentarios
DeLezo · 3 septiembre, 2012 a las 1:29
¿Se sabe qué hay de la cúpula? Tras su limpieza a finales de noviembre de 2009, ¿en qué quedaron los intentos por parte de Patrimonio de borrar con disolvente las banderas que en ella aparecen y su posterior tapado con cartones?
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/politica/gobierno-quiere-echar-cierre-definitivo-al-valle-los-caidos
http://www.hispaniainfo.es/web/wp-content/uploads/2010/09/censura-banderas-nacionales-en-el-Valle.jpg
Virginia · 2 septiembre, 2012 a las 13:00
Lo que no entiendo es porqué sonríen.
Guripa · 26 agosto, 2012 a las 11:05
Gracias por indicar que «ella» es lo que hay sentado a la derecha en la foto.
Cuando en otros tiempos se dialogaba se hacía entre personas. Los seres que no lo admitían eran las bestias y como tales eran tratados. Hasta en estas cosas España ha ido degenerando indefectiblemente, a manos de políticos, jueces, fiscales y otras gentes al servicio de la ingeniería social izquierdista, con sus mal entendidos tolerancia y buenismo hacia quienes no son acreedores de tales deferencias, sino que lo que merecen es una aplicación estricta de la ley. De haber seguido siendo así muchos de los problemas que padecemos en España aún hoy ya habrían sido solucionados.