Reproducimos aquí una imagen de María Teresa Fernández de la Vega y su nutrido grupo de Directores Generales, cuando era ministra de la Presidencia y, por tanto, la gestión de Patrimonio Nacional y el Valle de los Caídos eran de su entera responsabilidad.
En la imagen, entre otros, se encuentra Pablo Larrea (segundo por la derecha, en la misma fila que la ministra), por entonces Director General de Servicios Periféricos del Estado. Después de una sentencia del Tribunal Supremo fue destituido de este puesto, al no corresponderle, por no ser funcionario de carrera y nombrado, nada menos, que Gerente de Patrimonio Nacional, puesto en el que el PP le mantiene, a pesar de la larga lista de escándalos e irregularidades que se le adjudican. Él y Juan José Puerta (a la derecha de De la Vega, con chaqueta clara) que entonces era Subsecretario de Presidencia, lideraron el despiadado ataque contra el Valle de los Caídos y su comunidad benedictina.
Se hace urgente que el nuevo Presidente de Patrimonio, D. José Rodríguez Spiteri remueva, no sólo de la Gerencia, si no de cualquier puesto de responsabilidad en Patrimonio Nacional, a Pablo Larrea. Estamos seguros de que nadie con sentido de la decencia se lo va a reprochar.
5 commentarios
Eduardo · 22 enero, 2012 a las 19:44
Este personaje el principal responsable de los desaguisados de los que habla el artículo de ABC y unos cuantos más que sería prolijo enumerar. Su gestión en El Escorial fue nefasta. Un poco más y se hubiese venido abajo el edificio. A su casa ya!
Hermenegildo · 22 enero, 2012 a las 18:34
Por cierto, hoy ABC recoge una noticia sobre el cierre del Valle:
http://www.abc.es/20120122/espana/abcp-cierre-valle-caidos-cuesta-20120122.html
Hermenegildo · 22 enero, 2012 a las 18:20
¿La Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos no piensa emprender acciones legales contra Pablo Larrea por el informe encargado al despacho de Garrigues?
J.Mª. · 21 enero, 2012 a las 20:31
Pablo Larrea Villacián. Recordemos su currículum:
.- Asistente parlamentario en Bruselas; fue cesado.
.-Asesor del Presidente de Patrimonio, sin saber que funciones desempeñaba.
.– Delegado de Patrimonio Nacional en el Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial, donde fue acusado de acoso laboral a trabajadores de Patrimonio Nacional, y donde mantuvo una casa pagada por todos a pesar de haber cesado en el cargo. También su conducta produjo rumores de otro tipo.
. – Director General de Servicios Periféricos del Estado. Después de una sentencia del Tribunal Supremo fue destituido de este puesto, al no corresponderle, por no ser funcionario de carrera
.- Gerente de Patrimonio Nacional (Gerente del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional)
A él se deben los alegatos de riesgo de derrumbe de la cúpula y de la Piedad
Guripa · 20 enero, 2012 a las 23:00
Toda la patulea progre que ha colocado el necio zETAp en los puestos de poder ha seguido una máxima: atacar la Cruz, la memoria y figura del Caudillo y reescribir la historia según sus falsedades y deseos, con el objetivo último de imponer su ingeniería social. Son la anticultura o cultura de la muerte.
El PP debiera haber sacado consecuencias útiles de lo que les ocurrió a ellos, pero también a España, el 11-M y los días siguientes. Si cuando llegaron al poder en 1996 hubieran limpiado a fondo las cloacas del Estado es muy probable que el 11-M no hubiera tenido lugar. Ahora, tras su victoria del 20-N deberían hacer una limpieza a fondo, sin miramientos de ningún tipo, de toda la Administración, fuerzas y cuerpos de seguridad y fuerzas armadas. Hay que rehacer España desde los cimientos y apuntalar las columnas del Estado para que ningún otro iluminado y ningún partido político vuelva a poner en jaque a toda la nación. Ésta ha de ser su máxima prioridad.
El Valle de los Caídos debe ser rehabilitado materialmente y en la opinión pública. Hay que enterrar las mentiras y manipulaciones que sobre su historia y naturaleza han esparcido estos sinvergüenzas, vividores del odio y de la delincuencia del poder. La verdad, que está muy clara y documentada, debe ser rescatada y dada a conocer, y a toda esa caterva progre expulsarla para siempre de la vida pública.