El Gerente de Patrimonio Nacional, Pablo Larrea es protagonista de un nuevo escándalo al utilizar fondos públicos para encargar un informe al despacho jurídico de Garrigues haciendo caso omiso a los informes de los abogados del estado. En el punto de mira, una vez más, el Valle de los Caídos y sus trabajadores, a los cuales pretende reubicar en diferentes puestos, sin tener en cuenta los derechos que les amparan.
Desde la Asociación Para la Defensa del Valle de los Caídos creemos que la permanencia de este Sr. en puesto alguno de responsabilidad dentro de Patrimonio Nacional, es una cuestión que el nuevo gobierno se tiene que replantear con caracter de urgencia.
2 commentarios
lector · 19 enero, 2012 a las 11:30
Absolutamente bochornoso. Si el PP permite que este elemento siga siendo el responsable del Valle, podemos dar por perdido el Valle.¿ no es el mismo de la conversación con el Abad, comentando que se fuesen los benedictinos porque los españoles ya no iban a misa?.
Guripa · 18 enero, 2012 a las 23:27
A la vista del comportamiento de este fulano hay que decir que guarda el perfil humano, por ser cortés, de sus amos del PSOE. EL responsable, sin embargo, de que este sujeto esté en PN no es otro que el PP, que fue en tiempos de Aznar quien lo admitió en Patrimonio Nacional.
La utilización de fondos públicos, procedentes de un presupuesto asignado para fines propios del organismo concreto que sea, para otros fines impropios del mismo se llama malversación de caudales públicos, creo. Y creo que es delito. Y creo que, además, es falta administrativa grave, que supongo lleva aparejada una sanción tipificada para la función pública.
Este tipo de gente, que son de segunda y tercera fila política, y que pudren la Administración hasta el tuétano, deben ser purgados sin contemplaciones. Es la única forma de que el nuevo gobierno pueda tomar el control efectivo de los resortes del poder, y evitar que estos miserables socialistas les monten nuevos sabotajes desde dentro, como en el 11-M-2004.
No perdamos tampoco de vista la muestra que ha supuesto el encargo de ese informe para conculcar, sectariamente y sin escrúpulos, los derechos laborales de los trabajadores del Valle. ¡ Los que presumen de la O de obrero en sus siglas ! y todavía habrá quien se crea sus mentiras.