El nuevo rector de la UCM, José Carrillo, hijo del conocido asesino Santiago Carrillo Solares, responsable probado de miles de asesinatos de inocentes españoles, cuando era Consejero de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid, inaugurará el próximo sábado el Memorial a las Brigadas Internacionales en la explanada sita frente al edificio de alumnos de la universidad. Le acompañará en el acto Ana Pérez, presidenta de la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales, asociación ésta que recibe cuantiosas subvenciones de las administraciones públicas.
Para estas asociaciones parásitas del presupuesto público, nacidas al calor de la mal llamada Ley de Memoria Histórica y del revisionismo sectario del gobierno actual, no hay oposición del PP ni de la jerarquía católica de Monseñor Rouco.
Esta ausencia de oposición es tan llamativa como la ausencia de apoyo a la ADVC, pues mientras aquéllas tienen como objetivo sembrar la discordia entre los españoles, mediante el falseamiento de la Historia y la visión interesadamente partidista de lo acontecido en la guerra civil española, nuestra asociación tiene como objetivo la protección de un patrimonio nacional común, tanto histórico como artístico y cultural, arquetipo del perdón y la reconciliación entre antiguos bandos enfrentados, sin entrar a ensalzar a ninguno en particular, es decir, que se premia a los propagadores de la división y el rencor mientras se persigue y acosa a los defensores de la reconciliación.
No debe extrañarnos este infame comportamiento del gobierno, pues siempre han estado en lo mismo, pero sí debe indignarnos el comportamiento de la jerarquía eclesiástica española y vaticana (no olvidemos que la basílica del Valle de los Caídos es pontificia) por su falta de valentía para defender algo que está bajo su estricta responsabilidad y autoridad, así como la soledad a la que condenan a la ejemplar comunidad benedictina que lo regenta. Y no menos la deserción del PP ante los ataques que el gobierno lleva dos años realizando sobre un bien gestionado por Patrimonio Nacional, que conlleva el deterioro de un monumento español, algo único en el mundo civilizado.
El ejemplo de sectarismo del rector de la UCM al promocionar un monumento a uno de los dos bandos contendientes, constituye, sin paliativos, un insulto y un desprecio a las víctimas inocentes del bando contrario, que las hubo en toda España. No en balde su padre fue el responsable directo de la mayor masacre de toda la Guerra Civil: Paracuellos.
3 commentarios
septimodecaballeria · 3 diciembre, 2011 a las 3:04
Este país es una lástima, no va a avanzar nunca, seguimos siendo un reducto franquista anquilosado en el pasado, hundiéndonos en la miseria económica y moral. No miramos más allá de nuestras narices y nos creemos el centro del mundo, como si la guerra civil fuera algo que cambió el mundo, cuando desde fuera se vio como una telenovela por entregas. Da vergüenza salir de aquí y comprobar cómo en países como Reino Unido y otros países serios se nos sigue mirando por encima del hombro, y con razón. Como a pobres españolitos que no supieron evolucionar después de una dictadura ya en su día anacrónica, ( y no digamos ahora)… así es como nos ven. Salgan de su pueblo señores, aunque sólo sea por un día, y hágannos un favor a todos.
Guripa · 22 octubre, 2011 a las 13:55
Si alguien quiere saber un poco más sobre esas brigadas, plagadas de asesinos y cobardes, puede leerlo en el siguiente enlace de La Gaceta.
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/politica/75-aniversario-brigadas-internacionales-esbirros-stalin-20111022
Que yo sepa no hay ninguna asociación de éstas, las apesebradas, que busque asesinados por el bando frentepopulista en cunetas. En ese enlace el lector podrá saber cómo defendían la libertad los comunistas mandados por José Díaz, esbirro de Stalin, entre sus propios hombres, también españoles. Probablemente muchos de ellos reposen en el Valle de los Caídos, gracias a la generosidad y grandeza espiritual de su impulsor, Francisco Franco Bahamonde.
Guripa · 21 octubre, 2011 a las 22:49
Vivimos una etapa de absoluto desprecio de los principios más elementales de respeto y dignidad. El ejemplo diario que recibimos de quienes debieran ser nuestros líderes es deleznable.
El simple hecho de que José Carrillo, un izquierdista sectario hasta la náusea, como buen izquierdista, sea hoy el rector de la universidad fundada por el Cardenal Cisneros, es todo un insulto a nuestra historia y una afrenta para el presente. Nada bueno se podía esperar de este sujeto, habida cuenta de quién es su padre, el asesino más conocido de España. Yo creo que la genética juega malas pasadas a algunas familias.
Las Brigadas Internacionales estaban compuestas por masones, judíos e izquierdistas. Que no se me entienda mal. Esas condiciones tienen su aspecto muy negativo por cuanto que todas ellas son profundamente anticatólicas y, por tanto, enemigas tradicionales de España. No podían más que luchar al lado de los enemigos internos de España.
Que hoy se erija un monumento a toda esa chusma en una universidad española, cuyo origen católico es indiscutible, demuestra la intención sectaria de ofender a todo el Catolicismo español por parte de este mequetrefe, por no calificarlo más exactamente. El gobierno de España actual, heredero ideológico de los asesinos del Frente Popular, y también enemigo de España y de sus raíces cristianas, no podía dejar pasar la oportunidad de clavar una nueva ofensa a los mártires de nuestra Cruzada en el corazón mismo del saber, en la Complutense.
Estas asociaciones subvencionadas de la «desmemoria histérica» son, al lado de la ADVC, su antítesis. Están ahí para desunir, ofender, manipular y saquear, mientras que nuestra asociación está aquí, y seguirá estando hasta que su existencia sea innecesaria, para unir, desagraviar, esclarecer y proteger, sin más ayuda que la de sus socios, tanto la memoria y el descanso de nuestros caídos, como la auténtica historia y el conocimiento de la verdad, preservando la integridad del Valle de los Caídos de los bastardos afanes de esa gentuza. La antítesis no puede ser mayor.