Presidencia amplía dos meses el plazo máximo para resolver sobre las solicitudes presentadas. Alega “complejidad” del proceso y un aluvión de peticiones recibidas.
S. S. G. Madrid
La celebración de las próximas elecciones a la Presidencia del Gobierno de la Nación en una fecha como el 20 de noviembre, aniversario de la muerte de Francisco Franco, guarda más singularidades de las aparentes. La publicación ayer de un Boletín Oficial del Estado que venía cargado de resoluciones de especial calado (convocatoria de comicios generales y disolución de las Cortes y reforma de la Constitución para fijar el techo de gasto de las comunidades autónomas), dejó también una pirueta administrativa cuanto menos digna de reseñar.
Con la firma del ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, y fecha del pasado 16 de septiembre, el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero acordó “ampliar el plazo de concesión de subvenciones destinadas a actividades relacionadas con las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo”. En concreto, según explica la disposición, el otorgamiento de ayudas a los proyectos que atiendan “al objetivo de la recuperación de la memoria histórica y a la dignificación de dichas víctimas” estaba previsto para principios de este mes de septiembre, al haber transcurrido el semestre establecido por ley para la resolución sobre tales ayudas. La convocatoria oficial se realizó el pasado 4 de abril y en la orden quedaba claramente indicado en su artículo 12, apartado 3: “El plazo máximo para dictar y notificar la resolución definitiva del procedimiento será de seis meses, que habrán de computarse a partir del día siguiente al de la publicación de la mencionada Orden”. Esta apareció en el BOE justo tres días después, el 7 de abril. Con el calendario en la mano, estas subvenciones de corte revisionista debían haberse adjudicado hace unas semanas, pero no fue así.
El Gobierno se ha dado dos meses más de margen para repartir el pastel y lo hará en pleno proceso electoral. Los argumentos esgrimidos por el Ministerio de Presidencia a la hora de justificar esta prórroga, que no dejan de ser peregrinos formalismos, aparecen también recogidos en la disposición hecha pública ayer. El departamento en cuestión señala: “Debido a la complejidad de la tramitación de este procedimiento y al alto número de solicitudes recibidas, se prevé la imposibilidad de resolver el procedimiento en el plazo citado”. Dicho esto, el Ejecutivo subraya que se acoge a una cláusula legal, incluida en la Ley 30/1992 de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas, que permite dilatar la concesión “si las circunstancias lo aconsejan y con ello no se perjudican derechos de tercero”. Al parecer, la celebración de unas elecciones generales, con la posterior conformación del Gobierno, aconsejaba a los socialistas retrasar hasta dicho momento la comunicación de estos regalos a entidades afines y sindicatos amigos.
Se da la circunstancia de que el pasado año (sólo hubo elecciones catalanas en noviembre) no hubo ningún tipo de demora en el curso de las ayudas y si fueron convocadas a finales de marzo, se entregaron correspondientemente a finales de septiembre.
Lo que sí se mantiene en 2011 con respecto al ejercicio anterior es el montante al que asciende la partida de estas subvenciones: 5,6 millones. El importe máximo para cada proyecto no puede superar los 40.000 euros, salvo que la actuación vaya orientada a la “exhumación e identificación de personas desaparecidas violentamente durante la Guerra Civil o la represión política posterior”.
Fuente: La Gaceta
2 commentarios
alonso c · 8 noviembre, 2011 a las 20:17
Hoy es 8 de noviembre 2011; ha pasado mas de un mes desde que apareció esta inquietante decisión del gobierno socialista anti-católico. Se percibe en el ambiente un silencio tenebroso que no inspira la menor confianza. Supongo que todos los que apoyan la lucha por la supervivencia del Valle estarán en vela y rezando para que el Dios de los Cielos proteja a la Santa Cruz de Cuelgamuros, para que la cordura impere y no se cumplan las amenazas de destrucción que han perturbado la paz y el entendimiento entre los españoles.
Santa Maria Madre de Dios, ruega por nosotros, por España y por el Valle. No nos abandones.
Guripa · 28 septiembre, 2011 a las 11:10
Como era de esperar los socialistas ya han empezado a ensuciar de nuevo la actualidad con su revisionismo revanchista. El sombrío (gracias a Dios) panorama electoral que tienen les aguza los bajos instintos, como a los chacales muertos de hambre, y van a dedicar no pocos esfuerzos a movilizar a la extrema izquierda con monsergas y patrañas sobre la Guerra Civil que perdieron sus mayores, también gracias a Dios.
La utilización de recursos públicos para financiar burdas mentiras, manipulaciones de la historia, insultos y ofensas a la dignidad de todos los españoles, especialmente a todos los caídos en esa contienda que sus mayores incitaron y desencadenaron, para luego perderla, debe ser tipificado como delito de malversación de caudales públicos, pues es, claramente, una utilización partidista de recursos comunes.
En los próximos días veremos y oiremos aullidos, ladridos y eructos provenientes de los más rancio y sucio de nuestra querida España, esa izquierda tan añorante de las chekas y los paseos nocturnos, de esos vividores del pesebre socialista.
No obstante, sólo se dejará engañar el que quiera, pues los hechos están ahí: Zapatero y su piara de delincuentes y cómplices separatistas han esquilmado España en poco menos de ocho años. Han removido odios superados durante los 39 años de paz, progreso y reconciliación que trajo el régimen liderado por el Generalísimo. Han arruinado la imagen de España en el exterior. Han aupado a terroristas a alcaldías y parlamentos. Han prostituido la justicia. Han desmembrado la unidad nacional en miniestados dirigidos por falsificadores y tahúres. Han empobrecido la educación y la cultura. Han abochornado a la gente decente con sus promiscuidades y degeneraciones viciosas. En fín, que la lista es larga y todos la conocemos, pero estamos preparados para responder adecuadamente y sin contemplaciones a lo que veng, con la ayuda de Dios.