¡QUÉ HARTURA DE GOBIERNO! FRANCO Y LOS PITUFOS RUBALCABA Y JÁUREGUI

Reproducimos aquí el texto envíado a la ADVC por un simpatizante de la misma.

¡QUÉ HARTURA DE GOBIERNO! FRANCO Y LOS PITUFOS RUBALCABA Y JÁUREGUI

¿Cuándo se irán? ¿Cuándo acabará la tortura de tener que soportar a los miembros del gobierno más nefasto de la historia de España? Ni siquiera aquel del ignominioso Godoy, es parangonable al que sufrimos hoy los españoles.

Pero quizás sea bueno que continúen unos meses más; se irá haciendo cada vez mayor y más profunda en la conciencia de los ciudadanos, la hartura por tanta mentira, tanta ignorancia, tanta desfachatez y tanta corrupción moral y económica, por parte del nefasto Zapatero y sus pitufos los Ministros, Presidentes Autonómicos y muchos de sus Alcaldes, Concejales, etc, etc.

Fracasada la mascarada de Sol por ellos alentada y sostenida, vienen ahora los mismos pitufos, Rubalcaba y Jáuregui, a tratar de soliviantar a sus huestes con lo que quedan de los huesos del hace cuatro décadas fallecido Francisco Franco, del que se podrán decir todas las tonterías que se quiera y guste, pero que llevó a España a una paz que dura todavía y a una pacífica transición democrática hecha por sus mismos herederos, por más que en la tal transición se cometieran graves errores que estamos pagando ahora.

Un régimen el del anterior Jefe del Estado Español bajo el cual y con todos sus errores, no lo olvidemos, se transformó y modernizó económicamente España, creando las bases de una prosperidad y riqueza que Zapatero y sus pitufos han borrado del mapa por las dos o tres próximas décadas, como reconocen los expertos donde quiera que se les puede escuchar y que, por otra parte, es fácil dilucidar a poco que se quiera aplicar un poquito de sentido común.

Vienen ahora los tales pitufos, en la fase agónica del desgobierno a que hemos sido sometidos los españoles todos al completo, a querer soliviantar a sus pretendidas huestes con el cuento de que los españoles quieren que se trasladen los restos del anterior Jefe del Estado, enterrado en el Valle de los Caídos por decisión libre y soberana del actual Jefe del Estado, SM el Rey Juan Carlos I, todo ello sin preguntar ni contar con la voluntad de su muy querido y respetado predecesor en el cargo, que por otra parte jamás expresó deseo alguno por se enterrado en dicho lugar.

¿Han preguntado los pitufos al actual Jefe del Estado? ¿Han preguntado a la familia del finado? No, no han preguntado, pero ya se han adelantado a decir que «como sea» sacarán los huesitos de Franco de la tumba en que hoy plácidamente reposan al amparo de una Basílica Pontificia a la que nadie puede acceder -ni siquiera los pitufos de Zapatero- sin el permiso del Ordinario del lugar, es decir, el Padre Abad del Valle de los Caídos, a quien han hecho crecer en santidad por su paciencia, dignidad y valentía, al tener que afrontar desde hace tres años el hostigamiento y persecución de todo un Gobierno del Reino de España, cuando no ha sido literalmente vejado.

¿Pero saben ustedes lo más torticero y abracadabrante de todo esto? Pues que no, no es verdad que quieran exhumar los restos de Franco. Saben perfectamente que no pueden. Lo que quieren es probar a soliviantar a las turbas que les han fallado en la Puerta del Sol, mientras millones de españoles iban a trabajar todos los días, o buscaban el trabajo que han perdido, o estudiaban como mulos para presentarse a sus exámenes finales y mejorar su curriculum, mientras otros tratan de sostener sus empresas en un país donde nadie cree ya en sus gobernantes ni en sus autoridades económicas.

La Iglesia y los huesos de Franco son las dianas sobre las que estos pitufos impresentables y nada graciosos, piensan jugara al tiro al blanco para distraer a la ciudadanía, tratando de generar de paso una algarada ciudadana y revolucionaria que les permita crear el caldo de cultivo apropiado con el que seguir sometiendo a España a sus locuras cuando le toque gobernar al partido de la oposición, del que se podrán decir también todas las cosas que se quieran y muchas con razón, pero al que hay que reconocer la mucha valentía, coraje y cordura que precisará, para tratar de sacar a España de marasmo moral, institucional y económico al que nos ha llevado Zapatero y sus pitufos.

Dignos herederos de las locuras del pasado, los pitufos del caído Zapatero tratarán de afinar su puntería sobre estas dianas, con la osadía y la desvergüenza del desesperado que se sabe en la calle pidiendo trabajo como millones de españoles más, a los que ellos mismos han arruinado moral y económicamente.

Pero se les acabó el cuento y, con su cuento, esperemos que también la ruina de España. Dejen pues, pitufos antipáticos y majaderos, en paz a los muertos y váyanse con su cuento a otra parte donde estén curados de la hartura de tener que soportarles.